“Si hay maltrato se acabó el trato”
Adrián Barahona
Entre
consignas, gritos y voz de protesta, se realizó la “Marcha de las putas”. Los
organizadores del evento habían contado con todos los detalles dentro de la
organización, excepto uno la lluvia que los sorprendió una hora antes de
empezar la marcha. Un cielo de un color oscuro y nublado característico de
Quito marcaria todo el recorrido, para muchos de los presentes esto era un
muestra de que a pesar de las adversidad las mujeres luchan y luchan por sus
derechos. Victoria Ojeda una de las activistas recuerda que en ese día todo
había empezado desde muy temprano, con un llamada desde Cuenca alertando que la
gente que venia del Austro llegaría aproximadamente al medio día para
participar en la marcha.
A
pesar de no ser la primera vez que se realiza este tipo de eventos, los nervios
eran evidentes, el ajetreo para ultimar detalles, la confirmación de los grupos
que se presentarían al finalizar la marcha, todo corría en manos de los
organizadores y de las personas que querían ayudar de buena voluntad. La
reunión final antes de partir al evento, en casa de una de las organizadores se
dejaba en claro las pautas principales que se expresaran durante la marcha.
Victoria una chica de estatura media, de voz chillona, y fuertes convicciones
con un grito empezó el discurso si hay maltrato se acabó el trato.
Este
movimiento, pretende decir basta a la sociedad civil, política, religiosa y
cultural sobre el trato a la mujer, porque no importa cómo se vistan, el lugar
al que vayan, ni por quienes estén acompañadas. Nada justifica la imposición de
relaciones sexuales, el acoso mediático ni malos tratos por parte de los
hombres. Así la tarde del sábado 20 de abril a las 17:00 y con una
participación de alrededor de 1100 personas la marcha partió del parque el
Ejido. Simbólicamente la concentración tuvo lugar en los pies del “arco del
triunfo” que si recordamos forma parte de la historia republicana de nuestra
ciudad en el cual el rol de la mujer era considerado muy por debajo en relacion
al rol del hombre en la sociedad.
Alejandro
López, mientras reía con sus amigas de Cuenca y terminaba de pintar una
pancarta de protesta. Mostraba una decisión al momento de protesta decía que no
le importaba que otros hombres lo vea de mala manera, él estaba ahí porque se
sentía convencido de lo que hacia y de lo que defendía. Tal vez eso era
impactante en esos momentos ya que la mayoría de hombres iba solo en compañía
de sus hijas, novias o hermanas. Las caras de asombro era evidentes, mirar a un
hombre gritando “el machismo es maltrato” no es algo que se pueda mirar todos
los días en nuestra sociedad.
Recuerdo
que en ese momento vi a un hombre cubrir su rostro con una máscara, vestía un
largo abrigo de color café, y en su mano derecha llevaba un paraguas. La máscara
significaba que no había palabras el silencio acompañaba la marcha, pero su
corazón a gritos gritaba justicia ya que en su otra mano llevaba un cartel con
la foto de una chica desaparecida. Tal vez era su hija o hermana. El último
momento en que lo vi, fue al partir entre la multitud de gente.
Muchos
optaron por vestir camisetas de color blanco, otras roja, en fin no importaba
el color de la vestimenta, importaba el mensaje que se quería trasmitir. En
este punto las palabras de Sofía era muy precisas, cada persona puede ser
protagonista del movimiento no importa si no es parte de la organización. Si
tienes un mensaje, tienes que decirlo y no callarlo eso era lo que ella decía.
Y se daba a notar por la presencia de diversos grupos sociales de diferentes
ciudades del país.
Se
podía encontrar gente de Riobamba, Cuenca, Guayaquil, Ibarra. Evidentemente la
mayoría era de la capital, sede de la marcha. Se encontraba presente la voz de
protesta acerca del trato hacia la mujer dentro de la sociedad ecuatoriana.
Entre este trato desigual no solo las mujeres se sentían identificadas un grupo
de la sociedad también con su presencia daba a notar el maltrato, este
movimiento conformado por “gays, bisexuales, transexuales e indefinidos,
conocido como (LGBTI). Eran en su mayoría la voz de donde más provenían las
consignas de protesta.
Fernando
Tapia uno de los participantes de la marcha y con una actitud no tan abierta
sobre el tema, no muestra ningún tipo de reacción negativa al percibir la
presencia de miembros de este grupo alternativo LGBTI cerca de él. El respeto
es evidente aunque no se comparte muchos criterios, pero siempre existe ese
respeto mutuo. Como en toda concentración social siempre existe la presencia de
personajes que pretenden alterar el orden o sentido de la marcha y no falto por
ahí un grito en desacuerdo a la marcha o comentarios racistas, sexistas que
ponían en evidencia la falta de conocimiento y de tolerancia en nuestra
sociedad.
El
dato preliminar para entender la marcha se da dentro de un contexto suscitado
en Canadá donde :un
policía dice públicamente en una conferencia que las mujeres deben de dejar de
vestirse como putas si quieren evitar ser violadas., lo que genero un movimiento en rechazo a la denigración
de la mujer y a la revalorización de sus derechos, esta idea de reivindicar los
valores de la mujer paso por toda Latinoamérica hasta llegar a Ecuador donde
toma mayor sentido, por la estructura social en la que se vive.
A
pesar de la lluvia permanente, los gritos cada vez eran más fuertes, se sentía
una unidad entre quienes participaban. En el recorrido entre calles, las
consignas iban cambiando pero se mantenía la idea central. Una de las frases que más llamaba la atención
era “Este cuerpo es mío: no se toca, no se mata, no se viola”. Escrito sobre
una pancarta y con color rojo llamaba la atención y no solo por el color sino
por el significado que este lleva, el cual Paulina menciona, este cartel no
solo significa romper con la estructura patriarcal y de sumisión de la mujer,
es un acto de reivindicación personal de los derechos de todas, ya que no
podemos seguir aguantando el maltrato solo por ser mujeres.
Palabras
precisas que retumbaron en mis oídos, se quedaron en mis pensamientos y
plantearon dudas y preguntas.
¿Será
acaso que los hombres tienen miedo de vincularse con este movimiento por la
condición de ser hombres y de ser mal visto por los demás?
-
Alejandro responde a
esta inquietud que se me había planteado, en la entrevista el responde, que la marcha es un espacio libre donde un
puedo expresar aquello que piensa.
En
este sentido Alejandro como activista ¿cómo percibe su participación como
activista dentro de este movimiento?
-
Menciona que ha
aprendido mucho sobre el trato igualitario con la mujer, habla acerca de romper
con la historia que ha marcado una diferencia en el trato hombre y mujer, y
menciona que este movimiento cada vez crece más y que no es suficiente una
marcha para dejar las cosas claras. Que cada vez se suman más grupos sociales,
y la lucha está ahí presente en cada uno de nosotros en no permitir que este
tipo de relaciones desiguales se sigan reproducción en la sociedad.
La
lucha social de la mujer está enfocada en la reivindicación de los valores
dentro de la sociedad ¿cómo se percibe esta idea?
-
Alejandro dice se
trata de romper con esa estructura establecida en la que el hombre es visto
como el eje de la sociedad y que son estas relaciones las que generan violencia
sea física o psicológica. En ese sentido la propuesta es una constante lucha que
no ganara espacio fácilmente dentro de la sociedad. Pero que es necesario
evidenciar lo que ocurre.
-
Por ultimo Alejandro
dice: yo como hombre estoy muy de acuerdo en que se cambie el tipo de relación
que se mantiene en la actualidad, en mi calidad de coordinador estudiantil me
gusta promover este tipo de actividades que generen una protesta social para
buscar una igualdad”. Esta y otras consignas son las que recogen las ideas
fundamentales para realizar la marcha, que es generar conciencia en toda la sociedad.
En
esta realidad hay un largo camino por enfrentar para que las cosas cambien,
pasando por cambios políticos, sociales y culturales e ideológicas, la lucha ya
está planteado y depende de la acción directa sobre el tema, se trata de ya no
callar más sobre el abuso y el maltrato, porque una sociedad no se puede
desarrollar en plenitud si en esta existe relaciones de desigualdad.
Victoria
Ojeda una de las
organizadoras, confía en que el movimiento logre reunir cerca de 3.000 personas
en todo el país. Esta activista, asegura estar cansada de que siempre exista
excusas para violentar sexualmente a las mujeres, además explica que las
marchas buscan transmitir el mensaje a
toda la sociedad para frenar el maltrato de género.
Entre
estas y otra perspectivas la marcha fue en una vista rápida muy llamativa en la
sociedad Quiteña. Con los planteamientos formulados lo que se espera es que hoy
en día las cosas vayan cambiado paulatinamente, esta es una apuesta a largo
plazo, quienes participaron en la macha confían en que la convicción de sus
ideales genere un cambio social.
El
evento concluyo y varias de las organizadoras tomaron la palabra, y sobre la
tarima se repetían por última vez las consignas que estuvieron presentes
durante toda la marcha. La respuesta por parte del público fue positiva, este
evento marca apenas el comienzo para nuevas acciones, se puede hacer diferentes
expresiones de protesta. Esta vez fue por medio de una marcha, en otras
ocasiones serán por medio del arte, la música, y que en el día a día
fortalecerán a las organizaciones y quienes luchan por la igualdad de género a
seguir luchando hasta cumplir con su objetivo.
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