El arte de enseñar un arte
Por: José
Gabriel Caicedo Hernández
Miércoles, 23 de
octubre de 2013, una tarde helada, de esas que vienen acompañadas con lluvias
provisionales que se despiertan brutales a veces. Afortunadamente este día no
fue el caso de un temporal lluvioso, pero el frío no cesó. Ubicado entre la Av. Luis Tufiño y Gabriel
Gangotena, al norte de la ciudad de Quito en el sector de la Rumiñahui se
encuentra el Instituto Internacional Allegro, prácticamente sus instalaciones
comprenden en sentido funcional una casa común, pero se han realizado las
debidas adecuaciones para que en cada habitación el escenario se presente como
una verdadera aula de clases donde, además de teoría musical se enseña, como es obvio, la técnica para la ejecución
de varios instrumentos musicales, tales como: la guitarra eléctrica y acústica,
piano, violín, bajo, canto, etc.
Al atravesar el
primer piso, desde ya pude evidenciar el ambiente académico, pues una serie de
bancas y mesas, pizarrones y pianos, comprendían la indumentaria propia de un
lugar donde se imparten conocimientos musicales. Al subir por las escaleras hacia el segundo
piso me había encontrado frente a la oficina, al menos eso decía en el papel
que se constataba pegado en la puerta.
— Toc-toc , toc-
toc – había golpeado la puerta suavemente
— Siga por favor
y tome asiento, que se le ofrece -
Detrás de la pequeña mesa de madera de la oficina se encontraba sentado un hombre
joven, de altura aproximada entre 1,90
cm y 1,98 cm, tez blanca, cabello corto negro, de sonrisa cálida y cordial, me
había extendido el saludo de buenas tardes cuando pise las extremas orillas de
su oficina, estaba al frente de el Director de Instituto Allegro Ecuador,
Augusto Pico.
Allegro se formó hace 22 años en Lima-Perú con
el fin de capacitar a las personas en las artes y especialmente en la música,
tomando en cuenta el contexto de las iglesias locales, y afirma que en Ecuador
ya son ocho los años desde que empezó a funcionar Allegro. Lo curioso del
nombre de la institución según Pico, radica en su significado musical, pues se
trata de un movimiento musical utilizado en el género clásico. Para Augusto
Pico educar es un arte, porque se necesita conocimiento y vocación, se requiere
formas, de mecanismos, metodologías que permitan que el conocimiento musical
sea entendido por el estudiante. Lamentablemente se encuentra en una crisis al
menos en el contexto cultural local, pero aclara que esto no significa que haya
buenos músicos.
— ¿Alguna
definición de música?
—La música es
vida- se ríe nervioso- - como quien no quisiera meterse resolver problema tan
grande
Al salir de la
oficina, en el mismo piso, una aula al lado a tan solo 3 metros con respecto a
la oficina, mantenía apagado el foco del aula, con una gorra de sol en la
cabeza, y en las manos una variación de una guitarra Fender, se encontraba
soleando, es decir extrayendo melodías desde la guitarra, a Julio Bastidas,
profesor de Allegro.
—
¿Crees que enseñar música es un
arte?
—
Claro que si, para mí es arte
multiplicado, es necesario tener ciertas aptitudes, saber interactuar con el alumno,
tener paciencia,.
Mientras tanto
un violín, una batería, y un piano se escuchaban en medio del sonido de
solos que estaba buscando Julio. Los violines pronto se descifrarían pues, Verónica Sandoval estaba en ese preciso
momento brindando clases, al igual que
Jacinto Benavides en el aula de batería. El sonido del piano de corte
jazzístico era la otra tendencia que Luis Páez profesor de Allegro también brinda a sus estudiantes,
entre ellos a Herrera.
Luego de clases,
los profesores y alumnos salen al mundo normal y común, que no admite que uno
se detenga para escuchar detenidamente.
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